La primera consulta en la nueva clínica fué muy emotiva, saben donde dar para tocar la fibra sensible y salimos muy contentos de allí. Decidimos hacerlo después de las vacaciones, cogeríamos fuerza y a la vuelta iríamos a por ti.
Pues así fué, en agosto empezamos de nuevo con las banderillas.
Pero esta vez fue diferente, nos lo tomamos con mucha calma, no teníamos stress, íbamos a los controles como algo más que había que hacer durante el día, un trámite más, sin expectativas ni nervios.
Pues así llegamos a la punción y más de lo mismo, 3 folis solo 2 maduros, y como siempre los 2 fecundaron y me los transfirieron. La novedad en esta clínica era que no habría beta, sino un test de embarazo a los 15 días y a los 17.
Y comenzó la dichosa betaespera. Al igual que durante el tratamiento decidimos tomárnosla con total tranquilidad y como si no fuese con nosotros, esta vez hice 2 días de reposo y al tercero a trabajar.
Como siempre la primera semana la pasé muy tranquila, pero al inicio de la segunda empezaron los síntomas pre-menstruales de todos los meses y me vine un poco abajo. Aún así decidí tomármelo con calma, lo que tuviese que ser sería.
Y llegamos al día del pipitest. Esa noche papi estaba de noche y decidimos que me haría el test cuando él llegase de trabajar a las 7:30. Pasé muy mala noche con muchos dolores de regla y estaba convencidísima de que en cuanto me levantase mi enemiga ya estaría haciendo acto de presencia.
Pero llegó papi, y la enemiga no estaba, aun así yo tenía mucho dolor, Me hice el test y mientras recogía los váltulos del pipites me dice papi miraaaaaaaa QUE SIIIIIIII !!!!! y nos quedamos los 2 mirándonos sin saber muy bien qué hacer ni qué decir .....
Pero llegó papi, y la enemiga no estaba, aun así yo tenía mucho dolor, Me hice el test y mientras recogía los váltulos del pipites me dice papi miraaaaaaaa QUE SIIIIIIII !!!!! y nos quedamos los 2 mirándonos sin saber muy bien qué hacer ni qué decir .....